27 de agosto de 2006

Las tres verdades

Ruedan por ahí tres verdades que la gran mayoría gay profesa a cuatro vientos, para ilustrarlas y confirmarlas o desmentirlas, he querido hoy traer tres historias no menos pintorescas que reales, lean y decidan, quienes se sienten identificados disfrútenlo, antes de empezar me gustaría me disculpen por lo extenso de esta entrada:

En mi casa no saben.

Mami nunca se ha preguntado por que a mi solo me llaman hombres, pues como estudie en un colegio masculino, solo son ex-compañeros, igual en la universidad mis compañeras prefieren andar con los de semestres superiores, ah... Pepe, si, mi ‘mejor amigo’ somos inseparables, incluso voy a quedarme a casa de él y él en mi casa al menos una vez por semana, que paso con mi anterior ‘mejor amigo’, Roberto, no nos volvimos a hablar, no es raro ahora la gente cambia de mejores amigos frecuentemente.

¿Novia?, no nunca he tenido novia, las relaciones estables no son para mi, no se como explicar la cantidad de ‘Maricaditas’ que tengo: peluches, esquelas, tarjetas, la colección de papeles de chocolatina y dulces que me han regalado mis ‘amigos’ en cierta ocasión especial, como la primera vez que nos vimos y fuimos a tomar café.

Sin embargo, como explico la carta morbosa que se me cayo del maletín el día que salí de afán y que mi hermano encontró en la escalera, ¿Digo que es de una amiga?, no mejor digo que se le cayo a mi mejor ‘amigo’, o que alguien de la oficina se enamoro de mi y no quise hacerlo sentir mal diciéndolo que yo no le jalaba a eso, mejor ignoro el asunto y espero a que las cosas pasen. (Ya nunca volverán a ser como antes).

A mi no se me nota

No pues, pintarme y vestirme de mujer!!!! Jamás!!!!, eso no va conmigo, soy muy varonil, si alguien me gusta lo miro de forma disimulada no vaya y sea que se de cuenta, no quiero incomodar a alguien que no conozca, para mirar locas descaradamente me voy a un bar.

El día de salir a rumbear si me arreglo, no voy a ir mal vestido y si es posible ponerme algo que resalte mis mejores ‘cualidades físicas’, claro durante el día me preguntaran mis compañeros, “¿Y esa pinta, nos vamos de rumba?”, ya tengo la excusa: - “Me quería sentir bien” -, y claro ahí esta ella con su risita de ‘tú me gustas’, me dice: - “Te ves muy bien hoy” -, y yo antes de ruborizarme, me siento incomodo, pienso: - “Habiendo tantos tipos heterosexuales aquí y justo tenia que fijarse en mi” - , - ¿Como le digo que no? - , debería decirle la verdad de una vez por todas haber si me deja en paz.

En ese preciso instante timbra el teléfono y es él, ya me puedo olvidar de la sonrisa de mi compañera de oficina:

Yo: Aló
Él: Hola amor
Yo: ...¿Como le va?
Él: Estas bravito conmigo, por que me hablas así
Yo: ...No mi bebé, para nada, es que estoy en lo oficina ... con una compañera
Él: ahhhh, no puedes hablar en este momento
Yo: Precisamente,
Él: Quieres que te llame luego
Yo: Me parece bien, en unos quince minutos

En ese momento ella interrumpe, y sin querer y con cierta sonrisa que ahora es más cómplice que coqueta, me dice: - “Sigue hablando por teléfono, te brillan los ojos y se te ilumina el rostro cuando ‘él’ te llama” - .

Ups...

Soy 100% activo

Esto no es lo mío, gay es aquel que ha sido penetrado por detrás, yo solo soy un adolescente en etapa de exploración, ¿Bueno dicen que en esta vida debe uno probar de todo no?, ¿Pero llegar hasta allá?, creo que uno debe definir sus límites, y si llego hasta una relación sexual con otro hombre no estoy dispuesto a perder mi ilustre virginidad, seria perder mi hombría.

El sexo oral es otra cosa, nada queda resentido, y al otro día puedo sentarme, pero quien puede saber que me gusta o que no me gusta, me da igual, hay mucho pasivo por ahí buscando macho y ese soy yo. Es solo una etapa en mi vida y ya se me pasará, hasta entonces mi virilidad se mantendrá intacta.

Esta bien, esta bien, pero fue solo una vez y yo estaba un poco ebrio, claro tenía que ser con el mas suave y delicado, el quería de todo y yo no comprendía que ese todo me incluía a mi en la mesa del servicio, prometió ser delicado y supongo que lo fue, la verdad no pude (o al menos eso creo), aunque el lo intento con todas sus fuerzas, al final, fue una noche terrible en la que el amor no fue el sentimiento predominante y cuya vergüenza es cuestionable por que no se que paso realmente, mi cuerpo aun siente rastros de placer o de dolor, pero seguro que la próxima vez, que me vea con él y que nos tomemos unos tragos juntos, no volverá a pasar, ojalá me llame pronto... para demostrar que esta vez si tengo fuerza de voluntad.





Bueno espero hayan rememorado muchas de las cosas que algunas veces nos hemos dicho a nosotros mismos, pienso que esto solo deja una moraleja: “Si vamos a salir del closet primero pongámonos de acuerdo con nosotros mismos”.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me identifico plenamente con el del 100% activo , aunque actualmente me esta pasando lo de "a mi no se me nota", las viejas nunca me han parado bolas pero ahora que por fin me definí es que van a buscarme las condenadas, que agarradita de oreja, que cosquillita por aqui, que rocecito en el cuello... En una etapa anterior de mi vida seguro que hubiera terminado de hetero, pero ya es muy tarde ya probé de aquello y me gusto xD, aunque la verdad es que no soy totalmente inmune a las atenciones femeninas jeje.

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