18 de noviembre de 2009

La pesadilla gay


Hemos terminado de tomar el café de la mañana cuando José Cuervo (Si, tiene nombre de Tequila) recuerda que en pocos días recibiremos la prima de navidad de la oficina y que dado que la mayoría somos hombres vayamos al sitio al que nunca iría alguno de ellos solo: “La piscina”.

Básicamente para los que no viven en Bogotá, La piscina es lo que podríamos llamar un burdel caro, está ubicado en una de las zonas de tolerancia de la ciudad, lamentablemente a pocas cuadras de mi oficina, donde un estricto proceso de selección pone a veinteañeras jovencitas a bailar mientras se desnudan, a compartir tragos con los clientes y a intimar con ellos carnalmente, eso sí, si el presupuesto lo soporta.

En particular detesto la hetero – rumba, esos lugares donde los masculinos presumen de machos en caza y las mujeres presumen de renuentes hembras fuera de celo (cuando en realidad quieren todo lo contrario), donde debemos acoplarnos a unos estereotipos de comportamiento y escuchar las hormonas de los otros presumiendo de sus gustos físicos por el sexo opuesto, pero realmente lo que detesto es estar fuera de mi zona de caza y ver como otros se divierten mientras yo me resigno a ver limitado mi campo de acción.

La propuesta de José Cuervo desata un tsunami en el mar de testosterona a mi alrededor, los entusiasmos se alteran y empiezan las risas en medio de la detallada planificación de una actividad decembrina que nada tendrá que ver con aguinaldos o regalos, los que están casados deberán informar a sus esposas con alguna excusa muy reforzada y los que tenemos planes menos sórdidos los viernes debemos cancelarlos con dos semanas de antelación.

Afortunadamente no tengo que esconder mi orientación sexual en la oficina y entonces decido no contarme en el grupo está dispuesto a pagar el doble o triple de precio por una botella de licor solo por apreciar en vivo unos senos femeninos diferentes a los de sus respectivas parejas, manifiesto al emocionado grupo mi intención de no ir, pero la euforia colectiva (y la masa es torpe en su conjunto) no acepta razones, ya que para ellos es un espacio que podemos compartir.

Total, en menos de dos semanas estaré saliendo de mi oficina rumbo a La piscina, gastare un montón de dinero para apreciar un show del que hace bastante tiempo perdí el interés, sin contar además que no puedo rescatar ni siquiera el aspecto artístico de las desnudistas ya que dista mucho de la calidad de lo observado en los bares americanos.

Pero claro el hecho de haberme revolcado con la mitad de la Bogotá gay me da cierta aura de testosterona que inquieta a una mujer por puta que sea y ese aire de deferencia por las mujeres en el lugar donde están cazando clientes las inquieta aun mas, total al entrar al sitio y tomar una mesa cercana a la piscina ubicada dentro de “La Piscina”, se me acerca una voluptuosa mesera con sus flácidos senos tambaleantes y me pregunta: “Que le puedo ofrecer papito”, para mi una venda negra y un frasco de cianuro con valeriana.

Mis compañeros se ríen, se preguntan cómo las niñas del lugar justo buscan al marica de la oficina, pedimos ron, todos buscan pareja para bailar menos yo, y de nuevo una voz femenina habla detrás de mi oído: “¿Porqué tan arisco mi amor?”, bailo como para no quedar mal pero la verdad, a mi pareja le sobra algo en el pecho y le falta algo entre la piernas, ese amasise con olor a perfume dulzón me está mareando más que los tragos de ron puro que me he bebido.
Primer show de la noche y yo busco insaciable en el celular el número de cualquier persona que me pueda rescatar de allí, me pregunto a mí mismo, “¿Mi mismo que hago aquí?, ¿Lo que sea que me unte me hace más atractivo para estas mujeres o son así con todos los clientes?”, miro alrededor y confirmo que no, la mayoría son hombres que aunque muy bien vestidos poseen un promedio de edad 10 o 15 años mayores a la mía, con una obesidad propia de un sedentarismo oficinista y un pésimo gusto para combinar colores.

Mary creo que se llama se sienta a mi lado a mirar el show, me abraza y me dice “¿Me invitas un trago?”, yo asiento pero retiro el brazo que tiene alrededor de mi espalda con la excusa de alcanzar la botella, ella me asegura que no debo estar nervioso, que nadie le va a contar a mi esposa (ja!) y que trate de disfrutar del espectáculo, yo no puedo más me levanto de la mesa y me dirijo a un baño plagado de afiches con mujeres de senos operados mostrando en bikini el éxito de su portentosa operación, deseo salir corriendo me aplico agua en la cara, miro por centésima vez el reloj y empiezo a buscar una excusa para irme de allí.

Mary se acerca a la puerta doble del baño y me pregunta si estoy bien, “No, no estoy bien, me aburren estos lugares, soy gay!!!”, ella se sonríe, me dice que me espera en la mesa y que ya hablamos.

Cuando salgo del baño la veo hablando con otras de las niñas del lugar quienes me miran y se sonríen entre sí, yo deseo que la tierra me trague y me vomite en Somondoco, mientras camino la mesa buscando la ficha del vestier para recoger la chaqueta e irme de ese lugar.

El show ha terminado y el próximo será en media hora, Mary se acerca me saca a bailar a las malas, yo accedo sobre la rechifla de mis compañeros quienes antes estaban demasiado ocupados en sus asuntos para observar mi desesperación; ya en la pista algunas de las compañeras de Mary se unen al baile y de una forma que no pude preveer termino bailando con 4 mujeres al tiempo en la mitad de la pista, sobre la mirada asombrada y envidiosa de mis compañeros de oficina.

Esto es demasiado hetero para mí, me trato de bajar de la pista cuando la amiga que está a la derecha de Mary se me acerca al oído y me dice “Quédate y hagamos que los heterosexuales se mueran de la envidia”.

¡Palabras mágicas!, yo el marica del grupo, soy el rey de uno de los más afamados (y costosos) prostíbulos de Bogotá, y ahora tengo la oportunidad de causar malos sentimientos en aquellos compañeros que me arrastraron hasta allí y notables envidias en un conjunto de desconocidos que solo dios sabe si le están siendo infieles a sus mujeres. Mi actitud acaba de cambiar y me dejo seducir por ese aspecto malévolo del lado oscuro.

Paso las siguientes tres horas bailando en la pista con al menos dos parejas por turno, recibiendo besos y una prenda intima de quienes presentan el show, mientras que yo y las niñas del lugar intercambiamos miradas cómplices de venganza revuelta con malicia. Estamos disfrutando la noche.

Salimos mis decepcionados compañeros y yo del lugar cerca de las 2 de la mañana, escucho rumores entre ellos: “¿No dice que es gay?” y yo rio para mis adentros, giro y pregunto “¿Cuando volvemos?” y disfruto de las excusas sobre la mala ubicación y lo costoso del lugar, que como van a engañar a sus parejas, que estuvo bien una vez pero que no se nos vuelva costumbre.
Estoy seguro que no volveré, que no me volverán a invitar, que mi fama de puta de vereda ahora se extiende al plano heterosexual, pero sobre todo estoy seguro que la próxima rumba que tenga será en un bar gay y rodeado de personas con mis mismos gustos y sin mis compañeros de oficina.

Definitivamente los heterosexuales son muy raros, ¿Olvide mencionar que la famosa piscina de “La Piscina” solo tiene 15 centímetros de profundidad?

Fragmentos

Lo logre!! Lo logre!!! Más de 200 fans en Facebook, mi meta son 250, esa es mi próxima meta, estamos muy cerca, definitivamente la diferencia entre un sueño y un objetivo es la planificación. Por otor lado no olviden los que quieran seguirme en Twitter allá mi Nick es Joeycinho, pero no me pregunten como quedo todo en lazado porque no lo entiendo bien.

Bueno les tengo una sorpresa, en febrero publicaré en una revista de talla internacional pero 100% colombiana, Franja Rosa va con toda.

Existen sugerencias para hacer un colectivo de publicaciones con respecto al fin de año, he recibido una invitación pero sería rico hacer algo masivo, vamos a ver si esta convocatoria me funciona las anteriores han sido desastrosas, ni siquiera me enteré del lector 30.000. y eso que el premio era un noche de rumba y placer jejeje.

A los comentarios del post anterior

Joker: Yo no siria que eres heterosexual sino homosexual reformado, cargas lo necesario.

Memo: Bueno este clima sabanero obliga a usar bloqueador solar, mas con una piel tan delicada como la mía (diva que es una), las tarjetas fruto del roce social laboral diario.

Pridamo: Mas que responder a que lubrico, ¿Cómo sabes tú que arde?

Ochentero: Huy olvide el spray bucal de caléndula, los botones pegados en la correa y un pequeñito costurero portátil, jeje me faltaron cosas para ponerle al post.

Ángel de ojos claros: Sabes después de todo el maletín no es tan grande, o empaco muy bien o quizás tiene un espacio en otra dimensión para que quepa todo jejeje.

Arjuna: Jejeje mi maletín es gay, muy gay pero según creo tu maletín es más bien un morral de campaña.

Monchis: No solo falta la pava, también la sandalia con la uña nacarada y las gafas negras de carey.

Stanley: Es cierto solo vengo a trabajar, pero a veces creo que sería más fácil irme de travesía por el amazonas.

@polox: La verdad exagere un poco , pero olvide decir que cargaba el portátil, y una revista para leer cuando viajo y mejor no sigo por que siguen apareciendo cosas entre la maleta.

9 comentarios:

Unknown dijo...

Oyeme me agradó mucho la forma en como paso todo de ser una noche y un plan "normal" de héteros para darle paso al protagonismo y una de las mejores noches de la "loca"....

Ahora la pregunta sería: Vas a volver??..... Lo digo porque al parecer hiciste unas cuantas amigas..!!!

Saludos y un gran abrazo!!!

JP dijo...

La verdad yo quisiera ir...

Si, a ver cual es la joda en ese lugar, ademas de la gastadera de plata tan berraca.

Me llevas?

Potter dijo...

Joey

Para mí por el contrario, me parece un plan divertidísimo, aunque claro esta, no frecuente. Pero si me gusta ver como los géneros se trasgreden en un recinto cerrado, a poca luz, pésima ventilación y un conglomerados de olores por demás nauseabundos.
Pero siempre he encontrado historias que contar, que lamentar y que reír. En tu caso fue un protagonismo buscado, el cual me parece genial y justo lo necesario para una gran publicación.
Por cierto, no es el más caro de la ciudad, solo el más popular.
Oye… sigo a la espera de una respuesta vía mail tuya… ¿?

un abrazo, cuidate

Milo Gasa dijo...

No lo sé, como dice Violencia Rivas "vení preguntale a estás a ver si te contestan, 'no sabe no responde'". De todas maneras nunca he rechazado in limine el plan -aunque no he tenido una oportunidad concretada, todo hay que decirlo -, es más, creo que dentro del inventario de planes heterosexuales por los cuales me dejaría seducir se encuentra justamente este, por encima de irme para el estadio, sentarme a tomar cerveza en una tienda o debatir sobre los últimos fallos de la Corte Suprema de Justicia -que en mi gremio se usan -. Obviamente, esto no estaría por encima de una ida a un chochal por cutre que sea, pero al lugar que fueres...

Saludos.

Pridamo Prístino dijo...

Toda una experiencia pero me quedo con su relato y me resistiré a vivirlo en carne propia, buen post. Aclaré en el anterior comentario que al hacer sanitización, arde en las heridas, y no me quiero imaginar en mucosas, por eso me causó curiosidad, pero si le sirve, super. Nos estamos leyendo


Pridamo

/ dijo...

Me divertí mucho con este post. Les arruinaste la noche a los heteros, jajajaja!! Eso es genial!
Así que te revolcaste con medio Bogotá; y la otra mitad, con quién se revolcó????


Gracias por tu visita.

BESOTES GUAPO Y BUEN VIERNES!!

JP dijo...

R
E
G
R
E
S
É
!

Sandum dijo...

Me he reido horrores con este post! jajajaja Sobretodo por que me toca mucha rumba hetero en mi vida y puedo imaginarme claramente por lo que pasaste... Saludos!

Tbn dijo...

En mi trabajo nunca lo he dicho, en realidad nadie me ha preguntado. Pero por poco me veo en las mismas, como que es requisito de convencion/ reunion/ o jalon de orejas en Bogota asistir a la famosa pisicina :P

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