28 de septiembre de 2017

20 aspectos de mi que me hacen amigo de la naturaleza

Vivimos en la época en la que fanáticos religiosos con más cuerdas vocales que neuronas insisten que el fin del mundo está cerca, esperando que uno que otro incauto vacie sus bolsillos ante el llevado por el miedo y la desesperación.

La verdad es que el fin del mundo por causas sobrenaturales no está realmente cerca, no hay extraterrestres, piedras espaciales en rumbo de colisión, apocalipsis zombies o profecías dantescas con seres mitológicos caminando por los trancones de Bogotá

Pero por otro lado si debemos hacer conciencia que por ahora solo tenemos un planeta y que es hora de hacer planes para cuidarlo antes que todo lo anterior sea solo la punta del iceberg del mundo que le dejaremos a las futuras generaciones.

Así que hoy les contare de 20 cosas que yo hago para convertirme en el capitán planeta del futuro:

  1.        Voy a trabajar en bicicleta, y en general a donde pueda así no soy parte del trancón
  2.        Cuando voy a mercar llevo mis propias bolsas de tela y claro me regreso en bicicleta
  3.        Procuro bañarme en compañía (Lo que sea por salvar el planeta) y asi economizo el consumo de agua
  4.        Separo las basuras de lo que se pudre de lo que no para facilitarle el trabajo a los recicladores
  5.        Jamás tiro un papel a la calle, lo guardo en el bolsillo hasta encontrar una caneca cercana.
  6.        Prefiero comprar bebidas que vengan en botella de vidrio que en botella plástica y guardo las tapas para depositarlas en lugares de acopio.
  7.        Siempre que tengo residuos tecnológicos o pilas usadas las llevo a los lugares especializados para su disposición final
  8.        Cuando tengo un libro que ya leí o no quiero se lo regalo a alguien más que lo aprecie
  9.        Procuro no imprimir correos o archivos del computador si no es estrictamente necesario.
  10. 10.   Ayudo a rescatar gatitos de la calle y encontrarles hogar enseñándole a la gente que debe esterilizar sus mascotas para que cada vez sufran menos animales en la calle.
  11. 11.   No compro desechables para usar en casa
  12. 12.   Cuando salgo de caminata, de camping o en contacto con la naturaleza, regreso con mi basura a la casa donde la separo
  13. 13.   Para mis gatos prefiero utilizar aserrín en vez de arenas químicas
  14. 14.   Cambie todas las bombillas de mi casa por luces ahorradoras
  15. 15.   Tengo mi propia huerta casera donde reduzco el uso de condimentos basados en químicos
  16. 16.   Seco la ropa al sol, sin usar la secadora
  17. 17.   Tomo agua del grifo, no compro agua embotellada ni en bolsas
  18. 18.   En los equipos de baterías uso siempre recargables
  19. 19.   Mantengo mi casa libre de plagas sin usar elementos químicos
  20. 20.   Procuro viajar a lugares donde tenga contacto con la naturaleza y ser consciente de lo bello que es el mundo y porque debemos cuidarlo


Y ustedes amigos y amigas, ¿Que hacen para ayudar a salvar el planeta?

25 de septiembre de 2017

Complejo de superioridad

Bueno mis queridos lectores, aunque sé que regreso esporádicamente a este espacio, siempre recurro más a evidenciar la vario pinta diversidad de la fauna (y flora) gay Bogotana que a hablar de mis asuntos personales, hoy debo empezar mi post haciendo una breve reseña de lo que ha sido una parte de mi vida durante los últimos años.

Para los que me conocen en persona (y no digo solo en la cama) y los que no, han de saber que este pechito más pelado que peludo, se concentrado mucho en los últimos años en luchar contra un proceso conocido como la “endodiscriminación” que en lenguaje coloquial significa quitarles la maña a las maricas de creerse más que las otras maricas.

Y es comprensible, puesto que desde una perspectiva de marginación en la que hemos vivido por muchas generaciones, que al salir a la luz cual radiantes mariposas tornasoladas intentemos que nada ni nadie opaque nuestro brillo ni siquiera las otras mariposas que salen al tiempo con nosotros. Y nos hagan aparecer como vulgares y corrientes cuando lo que queremos es resaltar.

Por eso hoy traigo esta lista sobre aquellos individuos de nuestra comunidad que por alguna razón se creen más que los demás solo porque algún aspecto de su vida les dio aquello que tanto ansiaban y ahora con ello consideran que pueden mirar a las demás maricas de su entorno por encima del hombro de forma despreciable.

Sin más carreta dejo aquí este no tan notable conjunto de individuos para que ustedes como siempre lean, juzguen y opinen:

10. El empleado: Este es el individuo que cuando lo conocimos estaba pasando hojas de vida hasta para repartir periódicos debajo de un puente peatonal, sin que la fortuna le sonriera. De un momento a otro su situación cambia y entonces tiene la oportunidad de denigrar a todos aquellos que aún son víctimas del desempleo llamándolas mantenidas olvidando que el estaba en esa posición semanas o meses antes.

9. El importante: A diferencia de nuestro amigo del ítem anterior este ya tiene trabajo. Y nos encanta que lo aprecie, pero considera que, sin él, la empresa donde está se caería en pedazos y cuando uno indaga más al fondo descubre que es el que reparte los tintos en la oficina, incluyo en este apartado y sin denigrar la loable labor de la docencia a aquellos que tienen un trabajo como profesores y que por eso creen que las demás profesiones son casi que basura.

8. El vividor: Al menos en los casos anteriores, los actores de esos apartados tenían un sustento para valerse por ellos mismos, sin embargo, debo resaltar, a aquellos que sin tener donde caerse muertos consiguen un tipo con cierto estatus económico que les provee todo lo que se les antoja a cambio de la exclusividad en el sexo y mantener la discreción acerca de la orientación sexual de su controvertido mecenas, amen de si los llega a llevar de vacaciones al mar, porque ahí si ni conoce a los que eran sus amigos. (Dos de mis ex clasifican en este no tan controvertido grupo).

7. El migrante: Individuo promedio de clase media baja que huyendo de la situación en el país logro de forma legal o ilegal conseguir un trabajo de bajo rango en el primer mundo (Léase por primer mundo, Norteamérica y Europa Occidental) donde tiene la fortuna de observar más de cerca las dinámicas gais de quienes son nativos de allá y aprovecha para sentirse la más diva y denigrar a través de redes sociales de estos pueblos de indios feos, zarrapastrozos y sin gracia que no se parecen a todo lo que puede ver aunque nada de lo que se pueda comer. Olvidando por completo que su cara de indio feo, zarrapastrozo y sin gracia resalta en esas latitudes y no precisamente por su brillo.

6. El fisicoculturista: Individuo qué tras incesantes rutinas de ejercicio, dolorosas y sacrificadas dietas, logra tener ese cuerpo de portada de guía gay que natura no nos concedió a la descendencia mestiza de indios y españoles, y ahora considera que los demás mortales estamos obligados a venerarlo cual adonis griego, olvidando una verdad que es cada vez más evidente, los abdominales atraen, pero la barriguita enamora (Y no lo digo yo por ser gordito)

5. El sardino: Aunque resulta evidente que en nuestra sociedad hemos valorado la juventud como un tesoro, muchos creen que por tener 22 ya todo lo que tiene más de 30 es asquerosamente despreciable, como si nunca fueran a envejecer, lamentablemente yo salí del closet acercándome peligrosamente a los 30, sin embargo, puedo asegurar a más de un superficial pollito que tarde o temprano se arrepentirán de discriminar alguien por su edad por que la juventud es algo que no se conserva.

4. El popular: Jura por lo más sagrado que su acerbo de 5.000 amigos en Facebook, y más de 2.000 seguidores en twitter, entre otros, le dan un status social difícil de alcanzar, el suficiente como para no mezclarse con la ralea que apenas tiene a su familia en redes sociales y recibe ocasionalmente un like por sus publicaciones, difícilmente comprende cómo no nos hemos extinguido los seres humanos que no estamos conectados 24 horas al día 7 días a la semana. Olvide anotar que de los 5000 amigos que tiene, no conoce a más de 20 en la vida real.

3. El rumbero: Individuo que todos los fines de semana, llueva, truene o relampaguee, debe salir a beber y bailar, considera que el mejor lugar del mundo es un antro en chapinero de múltiples ambientes, donde el sexo, la droga y la banalidad abundan y todo aquel que no frecuente este lugar es de por si un humano de segunda clase, destaco que muchos de ellos solo tienen para pagar el ingreso y deben esperar en la calle el amanecer para regresarse en transmilenio a sus casas.

2. El extranjero: Individuo no nacional que, auspiciado en la baja xenofobia de los colombianos, espera que su arribo (a veces forzoso) desde otras latitudes, le genera una especie de veneración como si viniendo de Maracaibo mereciera el mismo trato que el papa Francisco a llegar a un país plagado de indios, seguramente los cuales no conocen sino la carretera hasta Soacha y que puede deslumbrar con espejos para bajarlos del monte.

1. El santurrón: Individuo que luego de haber participado en todo tipo de actividades sexuales, consumido alcohol, cigarrillo y todas las variedades de sustancias sicoactivas disponibles en el mercado, haber arruinado un par de veces su vida y enemistado con aquellos que le apoyaron incondicionalmente se ha reencontrado con dios y adquirido el poder de ultrajar a la sarta de pecadores que le rodean como si tuviese autoridad moral para decidir que es el bien y el mal.

En este marchito racimo de florecitas es fácil ver retratado a más de un conocido, con los humos arriba tratando mal a todo el que se acerque a su “divina” providencia, sin recordar que somos seres sociales, y sobre todo sujetos de derechos sobre todo el de ser respetados.

Y ustedes amigos y amigas ¿Qué otros individuos con síndrome de falsa superioridad conocen en este diverso mundo arco iris?

18 de septiembre de 2017

Porque es importante el trabajo

Es curioso como en medio de una pésima película que vi hace poco surge una que otra idea brillante, la protagonista pregunta en un momento: “¿Porque morimos?” y le responden “Para que la vida tenga importancia”

Debo empezar por contar que de unos meses para aca he estado sumido en un abrumador ámbito laboral por demás desesperante, mis compañeros son de mentes cuadradas y cerradas, poco compañeristas, para nada solidarios y sobre todo están convencidos (Y les funciona) que el mejor nivel de desempeño se consigue brillando las botas del jefe, bien en venganza persona de unos meses para acá he dado por llamarlos: “La corte de los idiotas”.

Podría enumerar una serie de aspectos que además del ya mencionado hacen de mi rutina diaria un caos, recibo la menor paga entre las personas de mi nivel, la oficina en la que estoy esta calurosa, hacinada es incomoda y mal ubicada, los desplazamientos son largos y el transporte en mi ciudad es caótico y por esa razón los descansos del fin de semana y las vacaciones resultan en una bendición del cielo.

Pero acabo de darme cuenta que si mi trabajo fuera un completo paraíso las jornadas de descanso no serian tan valiosas, la felicidad que experimento en las horas de salida, los viernes o los días antes de vacaciones no proporcionarían tanta felicidad.


¿Para que trabajamos?, Para que el descanso tenga importancia.
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