Amor y Dolor

Hola de nuevo, mis queridos lectores, supongo que se están preguntando a que se debe que no haya publicado recientemente, y pues bien las aventuras de la vida y el descanso de semana santa interrumpen la poca dedicada labor de este su escritor.

Este blog ha servido como el espacio desde donde mis pensamientos y mi forma de ver el mundo ha sido proyectada al resto de mis congéneres, Franja rosa ha sido mi amiga inseparable que esta ahí cuando quiero ser oído (o leído), la que esta ahí después de largo abandono, la que a través de sus comentarios genera respuestas anónimas a mis mas profundas inquietudes.

Hoy no traigo un tema jocoso, ni un estilo agradable, hoy vengo al hombro de mi amada Franja Rosa a llorar, yo que dije que no creía en el amor, hoy vengo tambaleando por haber abierto mi corazón de nuevo, por haberme entregado a alguien y por haber sufrido de nuevo las desdichas del desamor, por quien prometí que no volvería sufrir.

Lo conocí una tarde de sábado, esa mañana nos contactamos por internet y la química nos dio pie a citarnos el mismo día, me gusto, físicamente me gusto mucho, pero su interior su maravillosa forma de ser me encanto, me fascino, me obnubiló, cogió todas mis teorías acerca de la vida, mis creencias en como funcionan la relaciones y literalmente las volvió mierda.

Algunos puristas o puritanos, dirán que conocer alguien por internet y tener sexo el mismo día, no da buenas referencias de una persona, pero quien no lo ha hecho, yo lo he hecho y muchos de mis lectores también, de eso estoy seguro.

Nos vimos al otro día y al otro día también y cuando no podíamos vernos por las condiciones de nuestros trabajos entonces estábamos conectados todo el día por Internet. En menos de dos semanas se quedo conmigo en mi casa y yo me quede con él en su casa, la felicidad que hace tanto tiempo había rechazado se apodero de mi corazón.

En menos de dos semanas me propuso que viajáramos y yo sin pensarlo dos veces acepte. Un idílico y romántico viaje que no resulto tan idílico ni tan romántico, aun así la pasamos bien, pero el día de regresarnos, todo cambio…

No quiso saber mas de mi, no me contesto el celular, ni el teléfono de la casa y cuando lo encontraba por casualidad, me decía que estaba demasiado ocupado para que nos viéramos, sentí de lleno el golpe del vacio, de entregarse a alguien mas en alma que en cuerpo y el cruel castigo de querer y no ser querido.

La indiferencia, la ignorancia, yo que era la luz de su vida simplemente ya no existía, partido en la polaridad de estar en un extremo o del otro, de ser todo para el y de simplemente y ano existir, volví a recordar lo que era el dolor.

Ahora me dice que invadí su espacio, que quiere estar cerca de mí pero que no quiere verme, como de forma directa trata de eliminarme de su vida, y borrar todo rastro de las huellas que yo deje en su vida. Todo ellos sin una explicación.

En tanto yo me desespero por saber de él y busco las excusas para saludarlo en Internet, para llamarlo para por un momento siquiera sentir su voz y extrañar sus brazos en los que un día me quede dormido...