Respetado Hernando:
No ha sido fácil escribir esta carta y confieso que este ha
sido un borrador exitoso de muchos intentos fallidos por hablar contigo, no
había sabido cómo empezar o abordar el tema así que empezaré por disculparme
por las actitudes que he tomado y que me han separado de mi único hijo
Mauricio.
Sé que no he actuado como el mejor padre al no aceptar su
homosexualidad, ni tampoco aceptar que tuviera un hombre como pareja, solo me
puedo justificar diciendo que en el mundo en el que yo crecí me enseñaron a
odiar a los gais y ahora necesito desaprender eso para aprender a quererlos,
créeme no es fácil contarle a mis amigos y mi familia que Mauricio es gay, yo
también siento todos los días que tengo que salir del closet. Perdónenme los
dos si mi reacción fue más violenta de lo que yo creía.
Hace 28 años viví unos de los días más felices de mi vida,
cuando Mauricio nació, como padre soñé un mundo ideal donde él y yo
compartíamos muchas cosas, no puedo negar que soñé con una hermosa mujer que
llegaba a mi familia y llenaba mi hogar de niños traviesos y risueños, en algún
momento tuve que abandonar esos sueños y tú que entiendes la sensibilidad de un
hombre sabes que es bastante doloroso.
Tu y yo nunca hemos simpatizado, Hernando esa ha sido la
verdad, pero entre tú y yo existe un ser maravilloso el cual los dos amamos y
por el que estamos dispuestos a dar la vida, y por ese amor que ambos le
tenemos a Mauricio, te pido que intentemos llevarnos bien, si algún día fui muy
feliz teniendo un hijo, es probable que esa felicidad regrese cuando tenga dos
hijos.
Lo que sabía de la vida es que uno no puede escoger la
familia, sin embargo termina por aceptarla, si Mauricio te escogió a ti es
porque tiene la capacidad de saber quien lo hace feliz, quisiera como padre
compartir parte de esa felicidad, abrir mi mente y aprender a ser un mejor ser
humano.
Afectuosamente te doy la bienvenida a mi familia,
Alberto
1 comentario:
Wowww, Amigo. Sin comentarios.
Publicar un comentario