30 de junio de 2015

Quien he sido en la marcha LGBT

Nunca he sido constante con las marchas que se realizan en conmemoración del dia del orgullo LGBT, es más, durante un tiempo prometí no volver por allá porque de la colorida fiesta de celebración del Orgullo se había convertido en la inmamable marcha política de protesta por los derechos de las personas con todas las letras del abecedario y con la obligatoria manifestación en la plaza de Bolivar con puteada al alcalde de turno incluido.

Quiso la providencia ponerme en el lugar menos imaginado, liderando un maravilloso grupo que deposito su confianza en mí para que entre todos participáramos en la construcción de una sociedad más justa, más tolerante pero sobre todo mas divertida, y como tal estuve en el medio de la organización de las actividades con las que íbamos a salir en la marcha. (Anoto al margen que nuestra participación fue todo un éxito).

Sin embargo el día de hoy me senté a reflexionar mas sobre mi participación en la marcha y como he sido actor, espectador, asistente, o simplemente uno de los miles de maricas ajenos a tal tipo de manifestación que rebuscan en los anales de su memoria una excusa reforzada pero lo suficientemente válida para no ir a boletearse con aquellos que ya han salido del closet y no les importa que la sociedad vea lo maricas que son.

Yo mismo he sido uno de los que ha asumido diferentes papeles en el show mediático que intenta desdibujar los parámetros de géneros mediante los excluyentes procesos de inclusión, he aquí la lista de quien he sido a través de los años para que como siempre  lean, juzguen y opinen.
  •  He sido el que ni sabía que había una marcha, era el que estaba Sanpedriando en Villeta y cuando volví a  Bogotá me enteraba por el amigo del amigo de un amigo que todas las locas salieron a caminar por la séptima.
  •  También he sido el típico enclosetado que prefiere ni aparecerse por allá por miedo a que todas las cámaras de canales nacionales e internacionales se enfoquen en mi cara y hagan una trasmisión vía satélite de forma exclusiva en el hogar de mi familia, mis compañeros de trabajo y mi jefe y luego hubiese sido echado de la universidad, despedido del trabajo y desheredado por la familia.
  • Y fui el que iba por curiosidad a la marcha miraba un ratico  y no se quedaba mucho porque consideraba que el tema de marchar no iba conmigo, ya que yo era otro tipo de gay, de esos que no van a marchas, salia de la marcha e iba a comer algo, a cine o cualquier cosa que me recordará mi imaginaria heterosexualidad.
  • Uno de los que mas me gusto ser, es cuando fui el que iba a la marcha y llevaba una cámara fotográfica y tomaba cientos de fotos de todo lo que veía, era un carnaval de colores y me sentía como la versión transformista masculina de Alicia en el país de las maravillas.
  • Pero luego fui el que se metió a marchar, sin saber para qué, solo quería estar allí, ser parte del proceso y ser observado por todos los que están a los lados de la calle, mientras sentía una mezcla de orgullo y de miedo a ser reconocido, una ebullición de emociones buenas y malas que elevaba mi adrenalina hasta limites no recordados.
  • A título personal no me gusto haber sido el que compro una idea de activismo y marcho con un partido político protestando y exigiendo sus derechos, completamente convencido que el candidato cuando fuera electo estaría trabajando por la comunidad, cuando el resultado, fue que el dichoso señor se olvido de nosotros a la misma velocidad con la que resulto elegido.
  • Y por eso al siguiente año fui el que ya desinhibido fue a la marcha con media de guaro encaletado, que trasvasaba en botellas de agua para evitar que me lo decomisara la policía y que llegaba a la plaza de Bolívar medio prendo, no entendía ni papa de lo que decían en la tarima (Eso de no entender aun pasa) y luego salía a rumbear a algún bar de chapinero, amén de un guayabo terciario, de esos que hacen prometer que nunca volvería a tomar.
  • También fui el que se gozo la marcha, se encontró con muchos amigos pero modero el consumo de alcohol,  y luego salió a rumbear a un lugar que tenía previsto desde días antes y al otro día subió a Facebook las fotos de todo un día de celebración plena y sana.
  • Alguna vez tenia que haber sido el que se emborrachaba apenas saliendo de la marcha, se putiaba (Leáse algo así como que tuvo éxito en sus relaciones personales ocasionales) y beso a cuanto man estuvo dispuesto a juntar sus labios con estos labiecitos míos, hizo hasta para vender y al otro día amaneció desnudo en una casa ajena mientras preguntaba cual sería el sexo biológico de la persona que vomitaba escandalosamente en el baño.
  • He marchado en un grupo, rodeado de amigos, saludando a los conocidos que nos veían pasar y he llegado a la Plaza de Bolívar, de nuevo a no entender nada de lo que decian en la tarima y he regresado a mi casa con la cara quemada por el sol y los pies adoloridos pero feliz de haber sido el actor y no el espectador.
  • Para finalizar me siento muy orgulloso de ser el líder de un colectivo que sin tintes políticos participaba en la marcha con un objetivo común, marchando de forma sana, divertida y llevando un mensaje a la comunidad, muy feliz de haber estado con mi gente y motivado por haber dejado huella en la sociedad.



Y ustedes mis queridos lectores, cuéntenme ¿Qué papel han ejercido en la marcha?

1 comentario:

David dijo...

Ni fu, ni fa... pero felicidades oso

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