La verdad es que no recuerdo en qué momento de mi vida me
inscribí al Facebook, e incluso, a decir verdad recuerdo poco de como mi amada
Franja Rosa tiene su propio espacio en la red social, con su propio grupo de
admiradores y comentaristas, una serie de hechos recientes en mi vida personal
me hizo caer en cuenta lo inserta que esta
esa paginita dentro de mi vida, y sobre todo como ha afectado mi vida gay.
Y claro he descubierto que muchas de las cosas que me pasan
a diario no me pasarían si el Facebook no existiera, como de tantas otras me
hubiera librado si simplemente nunca hubiera hecho clic en el texto “Crear una
nueva cuenta”, como sea he descubierto que en el mundo web 2.0 la vida virtual
de cualquiera de nosotros tiene su lado rosa.
Así que hoy a modo de catarsis, he traído un listado (Manía mía
la de los listados) con todos aquellos
elementos que he extraído de la vida real relacionados con el Facebook y el
mundo gay, para que ustedes como siempre lean, juzguen y opinen:
·
Empezare por mencionar que dentro de mis
conocidos, amigos, pretendientes y amantes he visto que más de uno que tiene dos cuentas en
Facebook, en una de ellas son las santas y mansas palomas que no quiebran un
plato, van a misa todos los domingos y ayudan a los adultos mayores a cruzar la
calle, mientras que en la otra cuenta publican una serie de fotos grotescas,
incluso algunas casi pornográficas (o con un concepto de arte homo erótico muy
poco conceptual), como demostrando al mundo que tienen mucho por ocultar, desde
esa segunda cuenta es desde donde aprovechan para sacar su lado más oscuro, el
cual emplean diestramente para cultivar rumores, crear conflictos y
desprestigiar a los mortales que creen no se encuentran a su ‘divino’ nivel,
temo mucho por este comportamiento que uno francamente podría tildar de
bipolar.
·
En esta misma línea existe en Facebook un no
pequeño aunque muy heterogéneo grupo de locas degeneradas, pervertidas, solas y
arrechas que están completamente convencidas que Facebook es una extensión de
Manhunt, y que esta red social sirve exclusivamente para chatear y levantar
polvo (Sexo sin compromiso diremos los mas recatados), mientras tienen la
oportunidad de revisar y “morbosear” las fotos que uno ha subido, este grupo de
individuos además asume que si yo entro a Facebook es porque es porque soy un
degenerado, pervertido, solo y arrecho que solo necesita hablar con ellos de
forma exclusiva y no comprenden que uno pueda acceder al Facebook para mantener
contactar también a nuestros familiares y conocidos, estos individuos hacen tan
insoportable su encuentro en la red social que uno solo de ellos es el que nos hace
descubrir el enlace que pomposamente dice: “Eliminar amigo”
·
Negar que he conocido a alguien por Facebook y
que luego he traído a mi mundo real seria falso, es más, tuve un cuasi novio
que conocí por la red social, con quién hablábamos casi todos los días,
compartíamos fotos, mensajes, videos en placidas y extensas conversaciones de
febriles tardes iluminadas por un veraniego sol virtual, este pastoril romance
perduro hasta el día en que decidimos conocernos personalmente, ese día
descubrí que él estaba tan obsesionado por el Facebook que le resultaba
imposible durar sin conectarse más de dos horas consecutivas, no pudimos sostener
una conversación fluida debido a que al momento de conocernos, necesitó acceder
desde un café internet donde estuvo más pendiente de la pantalla que tenía en
frente que de la presencia que tenia al lado, al final regrese solo a mi casa,
cuando encendí el computador el ‘estaba’ en Facebook.
·
Una de las cosas que realmente me incomoda es
ingresar a Facebook y encontrar que alguien que por lo general no conozco, me ha
etiquetado en una fotografía en la cual realmente yo no aparezco, no necesariamente
son fotos sino algunas ilustraciones, caricaturas, paisajes o grotescas
imágenes con todo tipo de mensajes relacionados con la Navidad, San Valentín,
día de la madre, día del árbol, día del pollo a la broaster, etc. De las que
poseen una imagen romántica o tierna, me
retiro agradeciendo la mención, pero lo que en realidad no soporto son esas
imágenes grotescas, vulgares o simplemente banales que nada tienen que ver con
uno. Si en verdad una de estas personas desea demostrar cierto aprecio por
quien les escribe, debería al menos demostrarlo mandando un mensaje personal y
no un correo masivo etiquetándolo a uno en una fotografía con 20 personas más.
·
Una de las cosas que tiene el Facebook es que
permite someter al escarnio lo ‘guiso’ que uno puede llegar a ser, han de saber
los lectores neófitos de Franja Rosa que la palabra guiso tiene una historia
larga en el tiempo de este blog, la palabra ‘guisa’ la utilizan aquellas locas
guisas que para sentirse 4 estratos más arriba del que estrato que poseen
necesitan urgentemente demostrar que todo lo que tocan se encuentra 4 estratos
por debajo del estrato que creen tener (¿Así o mas guiso?), volviendo al punto no
hay nada mas guiso que tomarse una foto a sí mismo con su propio celular y en
el baño de su casa, pero no faltan las fotos que jamás debieron tomarse, entre
este suculento ramillete incluyo fotos de incisiones quirúrgicas aun con
manchas de sangre fresca, las típicas escenas de lo bajo que puede caer un ser
humano en estado de ebriedad, euforia o drogadicción y la exaltación de las
dotes físicas con las que la madre naturaleza doto a pocos y privo a más de uno
de nosotros, admito que a pesar de no ser pomposamente obeso, nunca publico una
foto en que mi incipiente barriga cervecera se vea más prominente de lo que ya
natura me asigno.
·
Respecto a las fotos es importante resaltar que pecar
en abundancia es tan malo como pecar por omisión, soy un firme creyente de que
todo extremo es vicioso y por esto desconfío de aquellos que ni siquiera colocan
una pequeña foto que permitan identificarlo entre una multitud, o peor aun que colocan
fotos falsas, como si necesitaran demostrar cuando se avergüenzan de ser ellos
mismos (o de lo maricas que son).
·
Decidí incluir un aparte especial de aquellos
individuos en los que todas las fotos son prácticamente la misma imagen, con el
mismo modelo, en la misma posición, con la misma expresión y en ocasiones hasta
con la misma ropa, realmente uno sabe de que se trata la foto por el nombre del
álbum pero si el susodicho no escribe “Viaje a Cartagena”, uno podría asumir
que la foto fue tomada en la fría sabana capitalina. Ya que el entorno de la
misma es muy poco visible.
·
Ni que decir de aquellos individuos que no han
salido del closet, o al menos eso es lo que ellos creen, y aunque para el resto
del mundo esta verdad es tan evidente como que el día sigue a la noche, ellos
insisten en publicar fotografías en las que uno los ve abrazados de cuanto ser
del sexo opuesto tengan a bien echar mano para la foto, se esfuerzan igualmente
por colocar links fuera de contexto que demuestren lo machos que les gustaría
ser, pero no falta el comentario indiscreto o la foto en Theatron,o cualquier
bar gay de mala muerte que demuestra lo difícil que es ocultar que el susodicho
bebe agua de este lado del rio.
·
Para cerrar el tema de las fotos, aclaro que no
es agradable el otro extremo donde al terminar de captar las imágenes de una
salida, paseo, jornada de desparche en casa o demás, los implicados van creando
un álbum de fotos donde suben el total del contenido de la memoria de la cámara,
sin editar siquiera las imágenes y sin importar si estas quedan al derecho o al
revés demostrando que lo importante no es compartir con los conocidos aquel
momento especial sino llenar el espacio de las fotos.
·
En este mundo gay no virtual la imagen tiene una
connotación muy importante, verse bien constituye en sí uno de los principales
aspectos a considerar antes de ser visto, pero en el mundo virtual parece que
este concepto no se aplica de la misma manera, a falta de ropa de marca, lo que
nosotros podemos lucir es quizás nuestro intelecto y cultura general, por esta razón admito que al conocer una
persona con una dudosa (o terrible) ortografía, o simplemente con una reducida
capacidad de mantener una conversación deja mucho que desear, eso sin contar
aquellos que siguiendo cierta tendencia insisten hasta el cansancio en
demostrar su mala capacidad tipográfica digitando palabras resumidas: “Hla me
llmo Kmilo, q hcs?”, si en Internet hay suficiente espacio para escribir textos
completos, puedo decir que es un desatino hallarse con estos descuartizadores
de la lengua de Cervantes.
·
Nuestra naturaleza homosexual nos hace a todos
un poco reinas del drama, de esa manera todos tenemos elementos que tienden a
despertar esa diva inspirada en Melpómene que nos hace armar una tormenta en un
vaso de agua, pero debo destacar que no falta el individuo o los individuos que
han encontrado en Facebook el escenario perfecto para desatar sus instintos y
demostrar sus actitudes histriónicas, dotadas de poco talento por cierto, a fin
de enterar al notable público como los afecta cada mínimo detalle que pasa por
su vida: “Es lunes y estoy aburrido en casa Nooooo”, “Necesito que alguien me
invite a salir a cine o a tomar algo!!!”, “Pase raspando el primer parcial de
cálculo”; y uno se pregunta cómo se preguntaran la mayoría de sus contactos:
“¿Y a mí eso que me importa?”
·
Y estando en esas, algunas personas consideran
realmente terminada su amistad en el preciso instante en que bloquean un
contacto de Facebook, este no solo es utilizado como herramienta de
socialización si no también como herramienta de disociación, me pregunto cómo
se habría escuchado esta frase hace apenas 20 años: “No eres más mi amigo, te
elimino de mi Facebook y te borro de la memoria de mi celular”.
Pues así mis queridos amigos descubro que muchos de nosotros
que hemos construido la inmensa sociedad virtual, no hemos apreciado el
verdadero valor de tener un mundo utópico de convivencia, sino que nos hemos
volcado sobre ella llevando lo mejor y lo peor de cada uno a este espacio,
haciendo una réplica más de lo brillante y decadente que puede llegar a ser nuestro entorno social, con una clara
diferencia, este conocimiento ahora tiene cobertura global.
Creo que finalizo mi post haciendo una reflexión que me obliga
a revisar minuciosamente mis contactos de Facebook y dejar en él solo aquellas
personas con las que realmente deseo relacionarme, esto lamentablemente podría
exigir un sacrificio cercano de aislar
de la red social algunos familiares y amigos cercanos.
A modo de epilogo, jamás aceptaría a nadie del trabajo en mi
perfil de Facebook, el contacto diario con ellos y la experiencia me ha
enseñado que en ciertos aspectos es preferible mantener alguna distancia entre
esos dos mundos.