28 de septiembre de 2010

Carta de un Ninfómano

Mi respetado señor Joey:

Muy cordialmente me dirijo a usted ya que he sido un asiduo lector de su blog y aunque nunca me atrevo a comentar sus post siempre los leo porque me hacen sentirme identificado con usted y con el mundo gey del que usted habla tan abiertamente.

La razón para escribirle es que a pesar de ser homosexual y que son pocas las personas que lo saben y no sé si me siento bien o mal ya que tengo sexo con hombres de forma permanente y eso me hace sentir a veces bien porque me considero un semental, como a veces me hace sentir mal porque pienso que estoy faltando a las buenas costumbres, guardando la debida reserva y evaluando mi calidad como escritor lo autorizo a publicar esta carta en su blog si lo considera adecuado.

La verdad es que no tengo con quien hablar de este tema y siento que debo expresarme.

No sé por dónde empezar, estoy cerca a los 40 años mis hormonas y mi cuerpo aun están en plena acción, el deseo sexual viene a mí en oleadas permanentes, como si aun fuera adolescente siento una fuerte excitación y atracción por las personas de mi mismo sexo, observar una simple camisa abierta hasta el medio pecho de un hombre de edad mediana es suficiente para despertar en mi los más profundos deseos.

Igualmente deliro imaginándome desnudos a todos los hombres que conozco medianamente atractivos, con los cuales comparto mi lugar de trabajo o que simplemente me cruzo en la calle, por esta razón me masturbo a diario todos los días al menos una vez en la mañana al levantarme y antes ducharme y otra vez antes de irme a dormir.

Aunque soy muy discreto, mi orientación sexual no es un secreto máximo, por lo tanto he tenido parejas estables que en general han sido complacientes y me he entendido bien con ellos en la cama, sin embargo no logro satisfacer mi necesidad ya que rápidamente me termino cansando de estar con la misma persona, así que pronto termino siendo infiel y buscando por fuera lo que tengo en la casa.

Aun así amo a mi pareja, solo que el deseo físico me lleva a satisfacer mis propias necesidades, por lo que no siento que la relación sexual con otras personas haga que yo deje de amar a la persona con la que tengo una relación estable, en esa parte Joey recuerdo mucho su frase: “No confundir el sexo con el amor”, siento que usted me entiende.

Aun habiéndome masturbado y tenido sexo con mi pareja, vengo a trabajar, y aunque a veces tengo muchas cosas pendientes, me siento a navegar por internet, basta leer un relato erótico, una foto en las noticias de un deportista semi desnudo y debo correr al baño a masturbarme de nuevo, si no lo hago corro el riesgo de una eyaculación involuntaria.

En ocasiones me considero una mala persona al sucumbir a mis deseos carnales, pero si les hiciera caso no me detendría, por eso trato de ponerme limites medianamente razonables y de esa manera me comprometí conmigo mismo a no ir a un sauna gey mas de dos veces al mes aunque sienta el deseo de ir todos los días, en algunas ocasiones he gastado mi número máximo de idas en la primera semana del mes y he padecido las torturas del síndrome de abstinencia.

En un análisis muy objetivo y haciendo cuentas más o menos claras he tenido más de medio millar de parejas sexuales en mi vida, hablando de los saunas, un día entre al lugar que mas frecuento con tres cajas de preservativos y los utilice todos, eso significa que ese día estuve con 9 personas diferentes, ya que cada caja trae tres preservativos.

No me siento orgulloso de ello, sin embargo a veces cuando veo a la gente en la calle trato de imaginar si han tenido tanto sexo como yo, si los pensamientos morbosos rigen su vida como me pasa a mí, si alguien pasa a mi lado trato de saber cuánto lleva sin tener sexo o cuantos compañeros o compañeras sexuales ha tenido en su vida.

Muchas veces presa del deseo, he terminado involucrándome con indeseables, he contactado a personas a través de internet, a las cuales he invitado a mi casa, y en una ocasión, el oscuro visitante después de tener conmigo un sexo memorable, me ató, me amordazó y se llevo cuanto objeto de valor pudo cargar, de no ser por mi hermano hubiera durado atado más de dos días. Lo peor de todo es que, aun en esos dos días seguía pensando en todo lo que me atraía el ladrón aquel, creo que si lo viera volvería a estar con él.

Una de las cosas que si me avergüenza es haber cedido al deseo y haber estado con personas que el sentido común tiene claramente vetadas, así he estado con un tío paterno, con un primo de mi novio, y un tío de mi ex, recientemente participe en un trio y estuve con el novio de otro de mis ex.

A estas alturas usted se debe estar preguntando si le tengo miedo al sida, y la verdad si le tengo miedo y mucho, pero me excuso en la frase que es preferible morirse de sida que morirse de miedo al sida y de esta manera siempre me protejo aunque no falta la ocasión en que pasado de copas he tenido uno que otro descuido, me hago el examen esporádicamente aunque temo algunas veces conocer el resultado.

Me siento ondeantemente triunfador cuando establezco una cita para sexo casual, mis favoritas son aquellas en las cuales me voy espontáneamente de la oficina y regreso una hora y media sin que nadie se dé cuenta que tuve sexo fugaz, por instantes me pregunto si sus olfatos de escritorio perciben el olor de sexo en la piel, beso la mejilla de mis compañeras sintiendo el olor de su cabello perfumado artificialmente y pregunto si sienten el olor natural de sudor de macho que minutos antes besaba la misma mejilla.

Al llegar el fin de semana trazo meticulosamente una serie de citas con lo que he dado en llamar “Mi harem personal”, una lista cada vez más extensa de individuos dispuestos a tener sexo conmigo de forma incondicional y solo sujeta a disponibilidad de tiempo, esto me preocupa algunos de ellos muchas veces solo buscan sexo para obtener a cambio de un poco de compañía.

Aun con un reservorio de individuos, algunos bellos, otros descomplicados, algunos desesperantemente arrechos, ninguno cumple las tres condiciones en simultanea, pocos cumplen dos de tres, empiezo a perder el deseo después de la cuarta o tercera vez de estar con la misma persona, eso me obliga a salir a buscar personas nuevas, consulto internet, periódicos, e incluso he ido a los sitios de prostitución a pagar por servicios sexuales de personas que en otras instancias, no cruzaría el saludo con ellas.

En ocasiones me he preguntado incluso ¿De dónde me sale tanta leche?, pero tener la oportunidad de expresarme ha generado un ligero descanso en mi, con la esperanza de saber si lo que hago corresponde a una persona normal que vive su sexualidad de forma plena y sin prejuicios, o por el contrario corresponde a la actitud de un degenerado que solo piensa con el pipí.

Agradezco su tiempo y la oportunidad que me da de expresarme señor Joey, espero poderlo conocer algún día personalmente.

Cordial saludo.

Fragmentos

¡¡Echee que carta tan arrecha!! Saludos al consagrado lector que se tomo el tiempo de pedir pista en este humilde espacio y pido excusas por algunas correcciones que necesariamente debí introducir para facilitar la lectura y las omisiones que tuve que hacer para evitar revelar la identidad del protagonista de tan lujurioso relato.

A los que me siguen en el facebook, ya se habrán enterado que el romance al cual pertenecía su servidor ha llegado a su irremediable fin, así que vuelvo a estar disponible y coleando, con la firme esperanza de alcanzar los 500 fans antes de que llegue a diciembre, cuento con el concurso de todos ustedes para que le comenten del blog a sus amigos, amantes, parejas semipermanentes, polvos de ocasión, enamorados eternos no concretados, pretendientes sin esperanza y conocidos de la calle. Jejeje

Hoy particularmente no hare comentarios respecto a los comentarios del post anterior ya que el fuego de ese amor ardió tan fuerte que se consumió muy rápido, gracias Monchis por tan acertada analogía.

6 de septiembre de 2010

Un mes


El día de ayer cumplí un mes de una nueva relación sentimental que ha enmarcado mi vida, debo admitir que las circunstancias que enmarcan esta relación han sido menos románticas que lo que la tradición dicta, y mientras mi contraparte asegura estar cruzando el sendero de estrellas arcoíris que lo llevan al país de la felicidad, yo por mi parte estoy más enfocado en la consolidación de cada uno como persona y de los dos como pareja.


Eso no significa que él no sea pragmático o yo anti romanticista, pero son evidentes los contrastes en lo que cada uno espera de una relación, en la cual cada uno desde su propia perspectiva aporta pero a la vez confronta, y cada uno a la vez desde su perspectiva idealista espera lo mejor para el otro.

De esta manera creo que mi visión de una relación ha madurado, posiblemente porque yo mismo he madurado a punta de golpes como el mango, y aunque no llego en un unicornio blanco, con armadura de plata y portando un escudo con un corazón tallado en el frente, si me he propuesto poner parte de mi vida, y sacrificar algunos de mis gustos por procurar el bienestar de la persona que está a mi lado e intentar de alguna manera de protegerlo e intentar que aprenda a protegerse por sí mismo.

A si mismo él ha aportado parte de los corazoncitos cortados en papel crepe que toda relación necesita, en despertar en mi ese soñador que muchas veces por andar en el mundanal ritmo de una vida sin límites, se ha perdido, y aunque tiene defectos como todo el mundo, es hasta ahora la persona más indicada para estar a mi lado por largo, largo tiempo.

Por eso hoy me tomo el tiempo para escribir alrededor de esa relación, por que ha transformado mi vida y me ha traído felicidad y aunque yo mismo me reprocho el no haber sido lo suficientemente detallista, espero al menos haber podido en estos treinta y un días haber hecho que mi pareja creciera como persona.

Y en vez de derramar un innumerable conjunto de frases que aun siento desgastadas, espero con todas mis fuerzas que duremos el uno al lado del otro por muchos meses más.

A los comentarios del post anterior

Gracias a Ángel de Ojos claros, a Memo, a Potter y a Sandum por sus comentarios, a decir verdad no tengo que añadir ante sus valiosas observaciones debido a que solo aportan más a lo que ya se había escrito. Pero me alegra saber la certeza con la que se trasmitió el mensaje.
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